El sendero señalizado cuenta con un recorrido de 2'5 kilómetros; que comienza en la última entrada de la Playa de Camposoto y finaliza en la Punta del Boquerón, en un trayecto paralelo al Caño de Sancti Petri y a las dunas de la playa.
En el tramo final de su recorrido, el sendero atraviesa la Batería de Urrutia, restos de construcciones militares, que demuestran la importancia estratégica, desde el punto de vista militar, que tuvo este lugar en la zona.Esta declarado Monumento Natural, en un pequeño cabo que nace en la playa del castillo, dejando a la izquierda el caño de Sancti Petri y a la derecha el océano Atlántico.
Como es natural el final del sendero no puede ser otra que el regreso porque a su final sólo está la Punta del Boquerón, pero es un lugar especial por la belleza de los amaneceres y el paisaje que se contempla. Enfrente está el islote de Sancti Petri, cuyo castillo ha dado nombre a la playa de la que parte el sendero.
El camino está perfectamente señalizado, todos los letreros te indican el camino hacia la Playa del Castillo. A unos dos kilómetros de la misma pasamos por una rotonda donde está el Centro de Visitantes del Parque Natural Bahía de Cádiz, lugar donde poder informarte sobre este y otros senderos de la zona.
A muy pocos metros comienza la playa, ésta es la Playa de Camposoto, una de las más largas de España. Continuaremos hacia el final de la carretera, hasta que no sea posible seguir. Allí aparcaremos, Delante nuestra encontraremos unas salinas y al lado un puente de acceso a la playa. Allí mismo está señalizado el sendero.
El sendero transcurre en su mayor parte sobre una pasarela de madera y apenas si tiene desnivel, su dificultad es baja y la única precaución aconsejable es llevar algo de agua.
Ida y vuelta el sendero nos obliga a una caminata de tres kilómetros, transcurriendo sobre un sistema dunar, pudiendo contemplar marismas a un lado y el océano al otro, lo que le da una gran riqueza visual y variedad paisajística. Y ya sobre el propio sistema dunar una vegetación que ha reconquistado la zona de las antiguas salinas, fundamentalmente algas y especies que son capaces de soportar altas concentraciones de sal.
A nuestra izquierda el caño de Sancti Petri, el más grande de la población hasta el punto de que es navegable. Aconsejo llevar prismáticos para poder contemplar las barcazas que lo cruzan o que pescan en él, así como una gran variedad de aves, entre ellas innumerables flamencos.
A nuestra derecha el islote de Sancti Petri, así como una franja arenosa.
Al final del camino llegamos a la zona más alta de la Punta del Boquerón. Allí hay un mirador con unas vistas espléndidas.
Desde él sale una ruta hacia los restos de la Batería de Urrutia, que defendía la entrada del caño, ya en el límite del cabo.
Desde ese punto el regreso puede hacerse volviendo sobre nuestros pasos, recorriendo las pasarelas de madera, o bien por la franja arenosa donde quedan algunas casamatas abandonadas semienterradas por la arena.
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